Un vistazo a los diferentes tipos de programas
Situación Actual del FCAS
Situación Actual del FCAS
Con la aprobación de cuatro nuevos programas en 2023, la cartera del Fondo alcanzó el número de 87 programas propios a lo largo de su trayectoria. A ellos se han sumado en los últimos años otras iniciativas relacionadas con cooperación delegada de la Unión Europea, fondos reembolsables o donaciones bilaterales de AECID que, al tratarse de programas de agua y saneamiento, son gestionadas directamente por el FCAS. Todo ello ha situado al Fondo del Agua como una institución de referencia que mantiene un alto nivel de interlocución directa con los países socios.
Las actuaciones responden siempre a las necesidades planteadas por los países socios y pueden ser de diferentes tipos:
Hasta diciembre de 2023, el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento ha realizado donaciones por valor de 811 millones de euros, logrando atraer un aporte local de otros 820 millones de euros como contrapartida.
Todo ello conforma una cartera total de 1.621 millones de euros, dirigidos preferentemente a zonas rurales o periurbanas de los países más frágiles o regiones con fuerte vulnerabilidad. Además, de forma global se trabaja en el apoyo a políticas públicas, con el objetivo de impulsar el fortalecimiento de capacidades y promover la sostenibilidad de los programas y del sector.
Por países, Haití es el que más donaciones ha recibido (casi 120 millones de euros), seguido de Bolivia (99,2 millones de euros) y Paraguay (71,3 millones). A continuación, se encuentran El Salvador y Guatemala que, con los nuevos programas puestos en marcha, se acercan a los 70 millones de euros recibidos cada uno.
A ello se suman los fondos procedentes de la Unión Europea: los programas del FCAS han servido para allegar fondos de cooperación delegada por un importe de más de 131 millones de euros que, a su vez, promueven programas globales por un monto total cercano a los 870 millones de euros. En estos programas, el Fondo funciona como aglutinador de actores, articulando la intervención de distintos instrumentos de financiación, incorporando la cooperación técnica de instituciones públicas españolas y fomentando el apalancamiento de fondos para priorizar la Agenda del Agua, consiguiendo así la multiplicación de sus impactos.